“Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras,
dadivosos y generosos. 19 De este modo atesorarán para sí buen fundamento para
el futuro, y alcanzarán la vida eterna.” 1
TIMOTEO 6:18-1 (RVR)
Jesús nos dijo que almacenemos
nuestros tesoros en el cielo (Mateo 6:20-21). ¿Cómo podemos hacer esto? En una
de sus declaraciones más incomprendidas, Jesús dijo, "Por eso les digo que se valgan de las
riquezas mundanas para ganar amigos, a fin de que cuando éstas se acaben haya
quienes los reciban a ustedes en las viviendas eternas." (Lucas
16:9 NVI).
Jesús no quiso decir que
"compres" amigos con dinero. Lo que quiso decir fue que debes
utilizar el dinero que Dios te da, para traer a las personas a Cristo.
Probablemente has escuchado la
expresión, "no te lo puedes llevar." Pero la Biblia dice que lo
puedes enviar. ¿Cómo? Invirtiendo en las personas que irán ahí. Ellos serán tus
amigos por toda la eternidad y te darán la bienvenida cuando llegues al cielo.
¡Es la mejor inversión financiera que puedes hacer! Imagínate ser saludado en
el cielo por alguien que te dice, "Estoy aquí porque diste el tiempo, el
dinero y el esfuerzo para ayudarme a escuchar el Evangelio. Si no fuera por ti,
no estaría aquí." ¿Alguien va a estar en el cielo por ti?
Cuando usas tu dinero para comprar una
Biblia para alguien que no tiene una, tú estás almacenando tesoros en el cielo.
Cuando usas tu dinero para compartir las buenas noticias en el mundo, tú estás
almacenando tesoros en el cielo. Cuando usas tu dinero para ayudar a construir
una iglesia, tú estás almacenando tesoros en el cielo. Es el más grande y mejor
uso de tu dinero, y el retorno de tu inversión será premiado eternamente. "Al hacer esto, acumularán su tesoro
como un buen fundamento para el futuro, a fin de poder experimentar lo que es
la vida verdadera." (1 Timoteo 6:19 NTV).
¿QUÉ ESCUCHASTE? ¿Qué te dijo Dios cuando
leíste hoy la Escritura y el devocional? ¿QUÉ
PIENSAS? ¿Cómo aplicas esto en tu vida?
¿QUÉ
VAS A HACER? No solo escuches la Palabra. Sé un
hacedor de la Palabra (Santiago 1:22).
AHORA
HABLA CON DIOS. Esto es donde cambias tus
pensamientos a oraciones. Pueden ser oraciones de gratitud o alabanza. Pueden
ser oraciones de confesión o peticiones para que Dios te ayude. Tú decides.
Toma un minuto para escribir la respuesta que Dios te dio en oración.
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