DEVOCIONAL DÍA 5
LA GRATITUD CONSTRUYE MI FE
“Arráiguense profundamente en él y edifiquen toda la vida sobre él. Entonces la fe
de ustedes se fortalecerá en la verdad que se les enseñó, y rebosarán de gratitud”.
LA GRATITUD CONSTRUYE MI FE
“Arráiguense profundamente en él y edifiquen toda la vida sobre él. Entonces la fe
de ustedes se fortalecerá en la verdad que se les enseñó, y rebosarán de gratitud”.
COLOSENSES
2:7 HTV
Cualquiera puede dar gracias a Dios en
los buenos tiempos. Pero si le puedes dar gracias a Dios incluso en los malos
momentos, cuando la vida no tiene sentido y no tienes respuesta a tus oraciones
— tu fe crecerá más fuerte y tus raíces van a profundizar. La gratitud te ayuda
a recordar las lecciones de fe que Dios te ha enseñado. "Arráiguense profundamente en él y
edifiquen toda la vida sobre él. Entonces la fe de ustedes se fortalecerá en la
verdad que se les enseñó".
Cuando en el Antiguo
Testamento el profeta Habacuc atravesó por tiempos difíciles, dijo, "Aunque la higuera no dé renuevos, ni haya frutos en las vides; aunque
falle la cosecha del olivo, y los campos no produzcan alimentos; aunque en el
aprisco no haya ovejas, ni ganado alguno en los establos; aun así, yo me
regocijaré en el Señor, ¡me alegraré en Dios, mi libertador!" (Habacuc 3:17-18 NVI).
En medio de sus problemas, Habacuc se
regocijó. ¿Cuál fue la causa de su gratitud? "¡me alegraré en Dios, mi
libertador!". Cuando todo lo demás va mal en la vida, puedes estar
agradecido porque el Señor es tu Salvador. Puedes ser agradecido con Dios por
ser Dios. Él ha prometido que verá a través de esas situaciones difíciles, y tu
fe crecerá aún más fuerte por ello. Sólo dile, "Dios, sé que estás en
control. Sé que me amas, y sé que puedes traer cosas buenas de esto. Estoy
agradecido de que eres más grande que mi problema".
Esa es la prueba definitiva de la
profundidad de tu fe. ¿Puedes agradecer a Dios cuando la vida va mal? Cuando
estés pasando por momentos difíciles, no mires lo que has perdido. ¡Mira lo que
queda y agradece por eso!
¿QUÉ ESCUCHASTE? ¿Qué te dijo Dios cuando
leíste hoy la Escritura y el devocional? ¿QUÉ
PIENSAS? ¿Cómo aplicas esto en tu vida?
¿QUÉ
VAS A HACER? No solo escuches la Palabra. Sé un
hacedor de la Palabra (Santiago 1:22).
AHORA
HABLA CON DIOS. Esto es donde cambias tus
pensamientos a oraciones. Pueden ser oraciones de gratitud o alabanza. Pueden
ser oraciones de confesión o peticiones para que Dios te ayude. Tú decides.
Toma un minuto para escribir la respuesta que Dios te dio en oración.
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