“En mi corazón atesoro tus dichos para no
pecar contra ti. ” SALMOS
119:11 (NVI)
Hay más de siete mil promesas en la
Biblia. Son como cheques en blanco, firmados por Dios, esperando ser cobrados
por ti. Espero que estés memorizando cada uno de los versículos semanales de
esta guía de estudio, porque tienes que guardar algunas de las promesas de Dios
en tu mente y en tu corazón. Cuando empieces a dudar, cuando empieces a
sentirte desalentado o deprimido, el Espíritu Santo puede traer estas promesas
a tu memoria. La Biblia dice: "En
mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti." (Salmos
119:11 NVI).
Cuando le dices a Dios que deseas ser
utilizado para sus fines, Él te promete tres cosas que se encuentran en Josué,
Capítulo uno.
• Dios promete darte fuerza: "Nadie será capaz de enfrentarse a ti"
(Josué 1:5 NVI). En otras palabras, cuando Dios te pida que hagas algo, Él te
dará el poder para hacerlo. Donde Dios guía, Él provee.
• Dios promete darte éxito: "Entonces
te irá bien en todo lo que hagas" (Josué 1:7 NTV). Dios no promete
hacerte exitoso en lo que quieras hacer; promete que serás exitoso en lo que Él
quiere que hagas. Si quieres tener éxito en la vida, es muy sencillo: empieza a
hacer aquello por lo cual fuiste creado.
• Dios promete apoyarte: "Porque
el Señor tu Dios te acompañará donde quiera que vayas." (Josué 1:9
NVI). La obra de Dios hecha a la manera de Dios, no carecerá del apoyo de Dios.
Hay muchas promesas
para ti en la Biblia, pero tienes que descubrirlas. La Biblia dice, "recuerda siempre lo que está escrito en [este libro]. Estudia
constantemente este libro de instrucción. Medita en él de día y de noche para
asegurarte de obedecer todo lo que allí está escrito. Solo entonces prosperarás
y te irá bien en todo lo que hagas." (Josué 1:8 NTV) ¡Esa es una promesa!
¿QUÉ ESCUCHASTE? ¿Qué te dijo Dios cuando leíste hoy la Escritura y el devocional? ¿QUÉ PIENSAS? ¿Cómo aplicas esto en tu
vida?
¿QUÉ
VAS A HACER? No solo escuches la Palabra. Sé un
hacedor de la Palabra (Santiago 1:22).
AHORA HABLA CON DIOS. Esto es donde cambias tus pensamientos a oraciones. Pueden ser oraciones
de gratitud o alabanza. Pueden ser oraciones de confesión o peticiones para que
Dios te ayude. Tú decides. Toma un minuto para escribir la respuesta que Dios
te dio en oración.
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