lunes, 27 de junio de 2016

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LA PROMESA, EL PROPÓSITO, EL LUGAR Y EL DÍA PARA DIEZMAR
“Lleva ese diezmo al lugar de oración... Esta práctica te enseñará a temer siempre al Señor tu Dios.”                                                                                    DEUTERONOMI014:23 (NTV)
Dale a Dios el primer lugar en lo que quieres que te bendiga. Si deseas que Dios bendiga tu hogar, ponlo en primer lugar en tu casa. Si deseas que Dios bendiga tu negocio, ponlo en primer lugar en tu negocio. Si deseas que Dios bendiga tus finanzas, ponlo en primer lugar en tus finanzas.
La palabra diezmo significa el diez por ciento. El diezmo es devolver el primer diez por ciento de tus ingresos a Dios. Aquí hay cuatro versículos que explican la promesa, el propósito, el lugar y el día para dar el diezmo.
• La promesa: "Honra al señor con tus riquezas y con lo mejor de todo lo que produces. Entonces, él llenará tus graneros y tus tinajas se desbordarán de buen vino." (Proverbios 3:9-10 NTV). Dios promete que si le honras con la primera parte de tu ingreso, Él te bendecirá financieramente.
   El propósito: "Esta práctica te enseñará siempre a temer al Señor tu Dios." (Deuteronomio 14:23 NTV). Dios no necesita tu dinero, sino que quiere lo que representa — tu corazón. Él quiere que confíes en Él.
   El lugar: '"Traigan todos los diezmos al depósito del templo... Derramaré una bendición tan grande que no tendrán Suficiente espacio para guardarla. ¡Inténtenlo! ¡Pónganme a prueba!" (Malaquías 3:10 NTV). El depósito del templo es el lugar donde adoras a Dios. Dar a una organización de ayuda o a alguien en necesidad es caridad, pero no es diezmar. Diezmar es un acto de adoración, dado en el lugar de adoración.
   El día: "El primer día de cada semana, cada uno debería separar una parte del dinero que ha ganado." (1 Corintios 16:2 NTV). ¿Cuándo vas a diezmar? Diezmas el día que adoras. Al darle a Dios la primera parte de tus ingresos en el primer día de la semana, eso le está diciendo, "Tú eres número uno en mi vida". Luego observa cómo Dios bendice, usa y hace honor a su promesa en tu vida.
¿QUÉ ESCUCHASTE? ¿Qué te dijo Dios cuando leíste hoy la Escritura y el devocional? ¿QUÉ PIENSAS? ¿Cómo aplicas esto en tu vida?
¿QUÉ VAS A HACER? No solo escuches la Palabra. Sé un hacedor de la Palabra (Santiago 1:22).

AHORA HABLA CON DIOS. Esto es donde cambias tus pensamientos a oraciones. Pueden ser oraciones de gratitud o alabanza. Pueden ser oraciones de confesión o peticiones para que Dios te ayude. Tú decides. Toma un minuto para escribir la respuesta que Dios te dio en oración.

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