"Traigan todos los diezmos al depósito del
templo, para que haya suficiente comida en mi casa. Si lo hacen —dice el Señor de los
Ejércitos Celestiales—, les abriré las ventanas de los cielos. ¡Derramaré una
bendición tan grande que no tendrán suficiente espacio para guardarla!
¡Inténtenlo! ¡Pónganme aprueba!"
MALAQUÍAS
3:10(NTV)
Dios usa las finanzas para probar
tu fe. ¿Has tenido que decidir entre pagar una factura y diezmar? Sólo tienes
cierta cantidad de dinero, ¿a dónde va a ir? Esto es una prueba. Dios te está
diciendo, "¿realmente crees que puedo cuidar de tus facturas? O ¿crees que
tienes que cuidar de ellas por tu cuenta?
Él dice: “Traigan todos los diezmos al depósito del templo, para que haya
suficiente comida en mi casa. Si lo hacen —dice el Señor de los
Ejércitos Celestiales—, les
abriré las ventanas de los cielos. ¡Derramaré una bendición tan grande que no
tendrán suficiente espacio para guardarla! ¡Inténtenlo! ¡Pónganme a
prueba!". En esencia, Dios
te está diciendo, "¡Atrévete! Atrévete a ver lo qué voy a hacer si te
conviertes en una persona generosa, dando. Diezma y ve lo qué pasa en tu
vida".
¿Sabías que hay más promesas en
la Biblia sobre dar que de cualquier otro tema? Jesús habló más sobre dar, que
sobre el cielo y el infierno combinados. Creo que es porque es la esencia del
ser como Jesús. De hecho, la Biblia dice que Dios es un dador: "Tanto amó Dios al mundo que dio..."
(Juan 3:16 NVI).
Cuando damos, le demostramos a
Dios que confiamos en Él y creemos en sus promesas para proveernos. El dar
fortalece, amplía y pone a prueba nuestra fe.
¿Crees que Dios se encargará de tus
facturas? Si estás luchando en esta área, pídele a Dios que te ayude en tu
incredulidad. Luego da un paso audaz de fe y comienza a diezmar. Él quiere
ayudarte a encontrar la libertad en tus finanzas y eso solo viene de confiar en
él. Mientras oras sobre tus necesidades financieras, escríbelas y luego mira
cómo Dios provee.
¿QUÉ ESCUCHASTE? ¿Qué te dijo Dios cuando
leíste hoy la Escritura y el devocional? ¿QUÉ
PIENSAS? ¿Cómo aplicas esto en tu vida?
¿QUÉ
VAS A HACER? No solo escuches la Palabra. Sé un
hacedor de la Palabra (Santiago 1:22).
AHORA HABLA CON DIOS. Esto es donde cambias tus pensamientos a oraciones. Pueden ser
oraciones de gratitud o alabanza. Pueden ser oraciones de confesión o
peticiones para que Dios te ayude. Tú decides. Toma un minuto para escribir la
respuesta que Dios te dio en oración.
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